La Declaración de Santiago, adoptada en 1994, en el Día Mundial de la Libertad de Prensa en Santiago de Chile, fue “disruptiva en su época”, recuerda Martha Ramos, Presidenta del Consejo del Foro Mundial de Editores de WAN-IFRA y Jefa Editorial de la Organización Editorial Mexicana.
“La UNESCO ha hecho uniformemente estas declaraciones el 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, pero esa declaración fue muy importante para América Latina. Representa el reconocimiento de la prensa como un activo valioso para la democracia, y hace un llamamiento a los gobiernos para que pongan fin a los asesinatos de periodistas y refuercen la protección de los mismos”.
Y lo que es más significativo, añade Ramos: “También incluía un artículo distintivo (el artículo siete): que no se puede obligar a los periodistas a revelar sus fuentes“.
Mucho ha cambiado desde entonces, a nivel mundial -y tan rápidamente en los últimos años- que todavía estamos lidiando con las secuelas de la disrupción tecnológica y la revolución digital, al tiempo que nos enfrentamos a nuevas amenazas con la irrupción de la IA.
“Adoptamos la nueva tecnología con tanta facilidad, y estas nuevas plataformas tecnológicas son ahora nuestras formas estándar de comunicación, pero seguimos luchando contra los riesgos que conlleva -la desinformación es enorme, muy peligrosa- y no teníamos esto hace 30 años; va demasiado rápido, y tenemos que abordarlo”.
Ramos señala una serie de artículos y debates sobre las crisis a las que se ha visto sometido el panorama mundial de los medios de comunicación en los últimos años, que fueron el impulso para redactar “Santiago +30“.
“Periodistas y organizaciones de noticias de todo el mundo se han estado cuestionando esto, en conferencias, en seminarios web: hacia dónde vamos; qué vamos a hacer; cómo lidiamos con Google, con las plataformas de redes sociales; cómo consume la gente las noticias, y ¿cuál es nuestra responsabilidad?”.
“Es triste que todavía tengamos que exigir protección y respeto por nuestro trabajo, que todavía tengamos persecuciones, todavía tengamos periodistas asesinados, periodistas en el exilio…
“Ahora, los medios de comunicación también nos enfrentamos a ataques de otros actores. Estamos perdiendo lectores, necesitamos de nuevo la confianza de la sociedad… ¿cómo podemos hacer frente a eso y conseguir algo que refleje nuestra realidad? Vivimos con la tecnología; ¿cómo podemos trabajar juntos por la transparencia?”.
“Ahora, los medios de comunicación también nos enfrentamos a ataques de otros actores. Estamos perdiendo lectores, necesitamos de nuevo la confianza de la sociedad… ¿cómo podemos hacer frente a eso y conseguir algo que refleje nuestra realidad? Vivimos con la tecnología; ¿cómo podemos trabajar juntos por la transparencia?”.
VER: Lucha contra la normalización de las agresiones a periodistas – Martha Ramos
Sincronías y diferencias sorprendentes
A Ramos no se le escapa la sincronía de esta ocasión, en la que el Día Mundial de la Libertad de Prensa vuelve a celebrarse en Santiago, exactamente 30 años después.
Lo que es nuevo, y excepcional, es que estamos todos juntos en esto; no sólo es otro momento, sino que también nos ofrece otra forma de hacer las cosas”.
“Ahora los retos son globales, y lo interesante es que intentamos decir/reconocer que esto es responsabilidad de todos: periodistas, instituciones, gobiernos, empresas de comunicación, órganos de control, grandes tecnológicas y sociedad civil”, afirma.
También es distintivo que la declaración original se redactó con la colaboración de los gobiernos y la industria de los medios de comunicación. Ahora, dice Ramos: “No sólo nos dirigimos a los gobiernos; queremos colaborar con todos los actores y partes interesadas para respaldar estas actualizaciones, y también hablamos con la sociedad civil”.
“Lo que es diferente ahora es que estamos unidos: organizaciones internacionales como WAN-IFRA y la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa) y las asociaciones nacionales de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, España, México, Perú y Portugal, se han agrupado y han trabajado en esto durante meses”. (Véase más abajo la lista completa de firmantes).
Directrices para todos
El documento establece directrices para los gobiernos, los medios de comunicación, las empresas tecnológicas y las organizaciones intergubernamentales.
Según Ramos, cada sector tiene asuntos urgentes que atender.
“Por parte de los gobiernos, buscamos una garantía de nuestro trabajo: que aborde la labor de los periodistas como un componente importante y necesario de la democracia. Por parte de los periodistas, buscamos reforzar la ética. Desde los medios de comunicación, ambicionamos estructura, que se mantenga nuestra ética y el compromiso que tenemos con la sociedad.
“De los líderes tecnológicos buscamos transparencia y colaboración; tenemos que encontrar la manera de trabajar juntos y llegar a comprender el valor de la riqueza de la información que producimos cada día”.
Amenazas, retos y oportunidades
El Plan de Acción original abordaba cinco áreas de interés clave: la promoción de los medios de comunicación locales en zonas rurales, indígenas y urbanas marginales; la formación; la libertad de prensa y la seguridad de los periodistas; el equipamiento y la tecnología, y la investigación.
Una interesante adición es el llamamiento a la promoción de la alfabetización mediática, la alfabetización digital y el fomento del pensamiento crítico “para que los ciudadanos puedan navegar eficazmente por el panorama digital y distinguir la información fiable de la desinformación”.
Para las redacciones, una de las inclusiones más prometedoras es el llamamiento general a la búsqueda de fondos y a la financiación para la sostenibilidad económica de los periodistas y los medios de comunicación.
“Todo el sector de los medios de comunicación se enfrenta a una crisis económica -su magnitud depende del país o la marca-, pero no hay dinero, y los gobiernos simplemente tienen que implicarse”, razona Ramos.
Ramos señala el anuncio, la semana pasada, del Estado de Nueva York, que se convirtió en el primero de Estados Unidos en cumplir la Ley de Sostenibilidad del Periodismo Local, al destinar una parte del presupuesto estatal a apoyar a los medios de comunicación locales.
“Este es el resultado de un llamamiento para salvar el periodismo local; se estableció una ley estatal para que los periodistas locales sobrevivieran, y esto es lo que todos necesitamos ahora; el dinero tiene que ir a parar a los puestos de trabajo actuales, a la contratación de más periodistas y a la conservación de los puestos de trabajo. Tenemos que respaldarlo”.
Una prensa para el planeta es el lema de este año para el Día Mundial de la Libertad de Prensa, en el que se subrayan las amenazas que se ciernen tanto sobre nuestro planeta como sobre los periodistas ecologistas, que se enfrentan a una creciente represión.
Para Ramos, el día anual para destacar las libertades de prensa es “un recordatorio de por qué estoy aquí; por qué está bien estar luchando cada día por el presupuesto para poder hacer nuestro trabajo; para continuar animando a los periodistas que trabajan conmigo, que están amenazados”. En este día, en particular, es un recordatorio importante…
“En este momento, la mayoría de los países de América Latina tienen relaciones complicadas con sus dirigentes, que ven a los periodistas como una gran amenaza… ¡pero la gran amenaza son los problemas del país, no nosotros!”
VER: El ejercicio del periodismo profesional necesita un nuevo apoyo gubernamental
Firmantes de la Declaración de Santiago +30
Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA)
Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)
Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ)
Associação Nacional de Jornais (ANJ-Brasil)
Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa)
Asociación Nacional de la Prensa (ANP-Chile)
Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI)
Asociación de Medios de Información (AMI-España)
Associação Portuguesa de Imprensa (APImprensa)
Alianza de Medios Mx (México)
Consejo de la Prensa Peruana (CPP)
Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep)